jueves, 19 de enero de 2017

ORACIÓN A SAN JUAN DE RIBERA


Oración a San Juan de Ribera




Patriarca san Juan de Ribera,
lumbrera para toda España:

Necesitamos hombres y mujeres creyentes 
y polifacéticos como tú,
que en situaciones difíciles como la actual,
orienten al pueblo cristiano por los caminos
que nos llevan a la verdadera fe sin olvidar nuestra condición
de que somos caminantes aún en este mundo,
y por lo tanto hay que solucionar los problemas terrenos.

Tú fuiste un loco de la Eucaristía y sabías claramente
que para obrar en la voluntad de Dios 
hay que vivir en su presencia,
y todavía más si se tienen cargos de responsabilidad
y relevancia en los distintos ámbitos de la vida y de la sociedad.

Haznos amar la Eucaristía 
que es el amor a la santa presencia
del Señor entre nosotros,
que es reconocer que Él se hace presente entre nosotros
cuando pronunciamos las palabras consagratorias.

Si Dios está aquí –en el Sagrario-- está ahora entre nosotros,
lo hemos de hacer presente en nuestras vidas,
y en nuestra comunidad, en nuestras calles y plazas.

Enséñanos a llevar la fe a nuestros hermanos 
como la llevaste tú
y a anunciar el Evangelio como lo anunciaste tú.

Enséñanos a hacer vida las bienaventuranzas.
Enséñanos a vivir la fidelidad y la entrega,
la dedicación a la oración y a la configuración
de nuestra vida con Cristo.

Que vivamos un amor incondicional,
una gran misericordia, 
una acogida total del otro,
y una paciencia sin límites.

Que nuestra vida fundada en la Eucaristía,
Enséñanos a gozar de la compañía de Jesús Eucaristía
y a transfigurarnos para ser imagen suya
viviendo por y para los demás.

Que no desdeñemos estar cerca de los hombres
que en ellos descubramos siempre ternura y generosidad
comprensión y la viva imagen de Cristo el Señor.
Amén.

SAN JUAN DE RIBERA, ARZOBISPO DE VALENCIA, 19 DE ENERO


Hoy 18 de enero  es la fiesta de San Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia



 (ACI).- San Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia y Patriarca de Antioquía, fue el alma de la restauración espiritual de la Arquidiócesis de Valencia (España) al aplicar las directrices del Concilio de Trento. Por ese motivo fue llamado “lumbrera de toda España” por el promotor de la Contrarreforma, el Papa San Pío V.

Nació en Sevilla en 1532. Su padre fue virrey de Cataluña y Nápoles, y su madre, una mujer noble que murió cuando él era todavía pequeño.

Juan de Ribera recibió la tonsura clerical en 1544 y luego fue a estudiar a la mejor universidad que existía de ese entonces en España, la Universidad de Salamanca, con teólogos como Melchor Cano y Domingo de Soto.

En 1562, cuando era un joven sacerdote, fue nombrado Obispo de Badajoz a pedido del Papa Pío IV. En aquella diócesis se dedicó a adoctrinar a los católicos y combatir el incipiente protestantismo organizando pequeños grupos de jóvenes catequistas.

Era un gran predicador, solía confesar por horas, llevaba la comunión a enfermos y atendía cariñosamente a quienes les buscaban. En alguna ocasión vendió el mobiliario de su casa y toda la loza de su comedor para comprar insumos para los pobres.

Luego, en 1568 el Papa le confirió el título de Patriarca de Antioquía, y dos meses después lo promovió al Arzobispado de Valencia, donde trabajó durante 42 años sin descanso.

Escribió numerosas obras. Desde 1569 hasta 1610, hizo 2715 visitas pastorales a las parroquias y los resultados de esas visitas los dejó en 91 volúmenes con 91,000 páginas. Celebró siete Sínodos o reuniones con todos los párrocos.

Tuvo amistad con todos los santos que florecieron en aquellos tiempos: San Juan de Ávila, San Luis Bertrán, San Francisco de Borja, San Carlos Borromeo, San Pedro de Alcántara, San Pascual Bailón, San Salvador de Horta, San Alonso Rodríguez, Santa Teresa de Jesús, San Roberto Belarmino, San Lorenzo de Brindis, Beato Nicolás Factor, Beato Andrés Hibernón y Beato Gaspar Bono.

Falleció el 6 de enero de 1611 en el Colegio-Seminario de Corpus Christi. Fue canonizado por el Papa Juan XXIII el 12 de junio de 1960.

**************


San Juan de Ribera
18 de enero



Nació en la ciudad de Sevilla, España. Su padre era virrey de Nápoles. Creció sin el amor materno, porque la madre murió cuando él era todavía muy niño. Pero en sus familiares aprendió los más admirables ejemplos de santidad. En su casa se repartían grandes limosnas a los pobres y se ayudaba a muchísimos enfermos muy abandonados. A una familiar suya, Teresa Enríquez. La llamaban "la loca por el Santísimo Sacramento", porque buscaba las mejores uvas de la región para fabricar el vino de la Santa Misa y escogía los mejores trigos para hacer las hostias, y trataba de entusiasmar a todos por la Eucaristía.


Biografía

Juan de Ribera estudió en la mejor universidad que existía en ese entonces en España, la Universidad de Salamanca, y allá tuvo de profesores a muy famosos doctores, como el Padre Vitoria. El Arzobispo de Granada escribió después: "Cuando don Juan de Rivera fue a Salamanca a estudiar yo era también estudiante allí pero en un curso superior y de mayor edad que él. Y pude constar que era un estudiante santo y que no se dejó contaminar con las malas costumbres de los malos estudiantes".

Cuando tenía unos pocos años de ser sacerdote y contaba solamente con 30 años de edad, el Papa Pío IV lo nombró obispo de Badajoz. Allí se dedicó con toda su alma a librar a los católicos de las malas enseñanzas de los protestantes. Organizó pequeños grupos de jóvenes catequistas que iban de barrio en barrio enseñando las verdades de nuestra religión y previniendo a las gentes contra los errores que enseñan los enemigos de la religión católica. San Juan de Ávila escribió: "Estoy contento porque Monseñor Rivera está enviando catequistas y predicadores a defender al pueblo de los errores de los protestantes, y él mismo les costea generosamente todos los gastos".

El joven obispo confesaba en las iglesias por horas y horas como un humilde párroco; cuando le pedían llevaba la comunión a los enfermos, y atendía cariñosamente a cuantos venían a su despacho. Pero sobre todo predicaba con gran entusiasmo. Los campesinos y obreros decían: "Vayamos a oír al santo apóstol".

 En dos ocasiones vendió el mobiliario de su casa y toda la loza de su comedor para comprar alimentos y repartirlos entre la gente más pobre, en años de gran carestía.

El día en que partió de su diócesis en Badajoz para irse de obispo a otra ciudad, repartió entre los pobres todo el dinero que tenía y todos los regalos que le habían dado, y el mobiliario que su familia le había regalado.


Arzobispo de Valencia


Cuando lo nombraron Arzobispo de esa ciudad, llegó allá sin un solo centavo. Muchas veces en la vida le sucedió quedarse sin ningún dinero, por repartirlo todo entre los pobres. Pero Dios nunca le permitió que le faltar lo necesario.

Su horario. Como Arzobispo se levantaba a las cuatro de la madrugada. Dedicaba dos horas a leer la Sagrada Escritura y otros libros religiosos. Otras dos horas las dedicaba a la celebración de la Santa Misa y rezar los Salmos. Luego durante dos o tres horas preparaba sus sermones. Desde mediodía hasta la noche atendía a las gentes. Todo el que quisiera hablar con él, hallaba siempre abierta la puerta de la casa Arzobispal.

Visitó once veces las 290 parroquias rurales de su arzobispado. Hasta los sitios más alejados y de más peligrosos caminos, allá llegaba a evangelizar y a visitar sus fieles católicos y a administrar el Sacramento de la Confirmación. Después de emplear todo el día en predicar, en confirmar y en atender a la gente, los párrocos notaban que en cada parroquia se quedaba hasta altas horas de la noche estudiando libros religiosos. Desde 1569 hasta 1610 hizo 2,715 visitas pastorales a las parroquias y los resultados de esas visitas los dejó en 91 volúmenes con 91,000 páginas.

Celebró siente Sínodos, o reuniones con todos los párrocos para estudiar los modos de evangelizar con mayor éxito a las gentes. Los decretos de cada Sínodo eran poquitos y bien prácticos para que no se les olvidaran o se quedaran sin cumplir. Todos estos sínodos tenían por objeto principal obtener que los sacerdotes se hicieran más santos.


Su trato con los sacerdotes

Trataba a todos y cada uno de los sacerdotes con la más exquisita cortesía y amabilidad. Cada uno de ellos podía exclamar: "Lo aprecio porque tuvo tiempo para mí". Cada año les hacía dedicar unos diez días en silencio para hacer Retiros Espirituales. Siempre les advertía francamente los errores que debían corregir, pero las correcciones las hacía en privado y lejos de los demás. A un joven sacerdote que iba a comenzar a confesar y a dar dirección espiritual le dijo: "Mire hijo que usted es muy mozo, y su oficio es peligroso". Y es que él mismo recién ordenado de sacerdote tuvo sus peligros. Un día una joven penitente, con pretexto de que se iba a confesar, le declaró que estaba enamorada de él. Y Juan rechazó valientemente aquella trampa y después logró que aquella pobre pecadora se convirtiera.

En el colegio, en la Universidad y ahora como obispo, lo que lo libró siempre de caer en las trampas de la impureza fue practicar mucho la mortificación y el dedicar bastante tiempo a la oración. Se cumplía en su vida lo que dijo Jesús: "Ciertos malos espíritus sólo se alejan con la oración y la mortificación".

Le agradaba mucho dar clases de catecismo a los niños. El en persona los preparaba a la Primera Comunión. La gente veía con agrado al Arzobispo sentado en un taburete en la mitad del patio, rodeado de muchos niños, ensañándoles el catecismo. Les repartía dulces, monedas y otros regalitos a los que respondían mejor las preguntas del catecismo, y a los más pobres les regalaba el vestido de la Primera Comunión.

Para los jóvenes que tenían nobles ideas puso un colegio en su propia casa arzobispal, y allí los iba formando con todo esmero y muy buena disciplina. Del colegio de San Juan de Rivera salieron un cardenal, un Arzobispo, doce obispos, numerosos religiosos y muchos líderes católicos.

El rey lo nombró Virrey de Valencia, y así llegó a ser al mismo tiempo jefe religioso y jefe civil. Y la tranquilidad que en mucho tiempo no reinaba en aquella región, llegó como por encanto. El personalmente se preocupaba porque se administrara justicia con toda seriedad.

Una vez vino alguien a decirle que un juez le estaba haciendo injusticia en un pleito. El Sr. Arzobispo se fue donde el juez y le pidió que revisara todo el expediente. Y el inocente fue absuelto. Después el juez contaba: "un rico me había ofrecido dinero para que fallara en contra del inocente. Pero vino el Sr. Arzobispo y me convenció y me obligó a hacer justicia y logré que mi conciencia quedara en paz".

La Santa Misa la celebraba con tal devoción que al acólito le decía que después de la elevación podía retirarse, pues él duraba hasta dos horas en éxtasis allí ante Jesús Sacramentado, después de elevar la Santa Hostia.

Cansado de ver que la gente era muy indiferente para la religión le pidió al Papa que le quitara de aquel cargo, pero el Sumo Pontífice le pareció que él era el más indicado para ese arzobispado y le rogó que hiciera el sacrificio de seguir en ese sagrado oficio. Y así por 42 años estuvo de Arzobispo de Valencia obteniendo enormes frutos espirituales.

Murió en enero de 1611. Cuando se supo la noticia de su muerte, los niños recorrían las calles cantando: "El señor Arzobispo está en la gloria obteniendo el premio de sus victorias".

Durante los funerales, en el momento de la elevación de la Santa Hostia en la misa, los que estaban junto al cadáver vieron que abría los ojos y que el rostro se le volvía sonrosado por unos momentos, como adorando al Santísimo Sacramento.

El Papa San Pío Quinto lo llamaba "La lumbrera de todos los obispos españoles". Hizo muchos milagros. Fue beatificado en 1796 y fue declarado Santo por el Papa Juan XXIII en 1960.

SANTORAL DE HOY JUEVES 19 DE ENERO DEL 2017

Marcelo Spínola y Maestre, Beato
Obispo y Fundador, 19 de enero
Basiano, SantoBasiano, Santo
Obispo, 19 de enero
Macario el Alejandrino, SantoMacario el Alejandrino, Santo
Presbítero y Abad, 19 de enero
Mario, Marta, Audifax y Abaco, SantosMario, Marta, Audifax y Abaco, Santos
Mártires, 19 de enero
Germánico, SantoGermánico, Santo
Mártir, 19 de enero
Macario el Grande, SantoMacario el Grande, Santo
Abad, 19 de enero

miércoles, 18 de enero de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 18 DE ENERO DEL 2017


Cristo quiere una piedad auténtica
Marcos 3, 1-6. II Miércoles de Tiempo Ordinario. Ciclo A,


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por tu amor. Permíteme corresponder a tu donación total con una entrega de mí mismo. Enséñame a amarte cada día más y mejor. Haz que te ame con un amor real, concreto, hecho obras. Dame tu gracia para mostrarte un amor así este día. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en medio”. Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Existe un riesgo muy alto cuando se toma la religión en serio. Ésta puede convertirse en una lista de deberes y prohibiciones, sin nada más allá de la regla: no hacerse ídolos, ir a misa los domingos, no matar, no mentir, guardarse de la impureza, no molestar a nadie... Acciones o límites verdaderos y que ayudan, pero que se pueden cumplir con los ojos cerrados. Es decir, «cumplo» el tercer mandamiento, da igual lo que mande, tanto si significa ir a misa el domingo como si pidiera llevar un paraguas en los días soleados… Es necesario ver más profundo, ir al porqué de esto y aquello. En el fondo, cada mandamiento nos ofrece un bien concreto, una manera específica de amar. La religión o piedad corre el riesgo de quedarse inmadura. Entonces se seca mucho antes de producir frutos.
La piedad madura nos llama a un amor cada vez más pleno. Ciertamente, el primer lugar lo tiene el amor a Dios, «amarás a Dios sobre todas las cosas». Pero todo amor es una realidad abierta: el amor es como un perfume, que se difunde en todas direcciones. Por eso brota una consecuencia del amor a Dios: «amarás a tu prójimo como a ti mismo». El amor auténtico hacia una persona nos lleva a amar lo mismo que ella ama. Por eso, la piedad auténtica y el amor maduro nos impulsan a buscar el bien de los demás. Ya lo decía san Juan: «En esto hemos conocido qué es el amor: en que él dio su vida por nosotros. Así que también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Si alguno que posee bienes materiales, ve que su hermano está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede residir en él el amor de Dios?» (1 Jn 3, 16-17) ¡Seamos cristianos auténticos! ¡Vivamos un amor abierto a Dios y a los demás!
«Jesús hizo algo “peor”, algo que irritó aún más a los hipócritas y soberbios que lo estaban vigilando porque buscaban alguna excusa para atraparlo. Curó la mano atrofiada de un hombre. La mano, ese signo tan fuerte del obrar, del trabajo. Jesús le devolvió a ese hombre la capacidad de trabajar y con eso le devolvió la dignidad. Cuántas manos atrofiadas, cuantas personas privadas de la dignidad del trabajo, porque los hipócritas para defender sistemas injustos, se oponen a que sean sanadas. A veces pienso que cuando ustedes, los pobres organizados, se inventan su propio trabajo, creando una cooperativa, recuperando una fábrica quebrada, reciclando el descarte de la sociedad de consumo, enfrentando las inclemencias del tiempo para vender en una plaza, reclamando una parcela de tierra para cultivar y alimentar a los hambrientos, cuando hacen esto están imitando a Jesús porque buscan sanar, aunque sea un poquito, aunque sea precariamente, esa atrofia del sistema socioeconómico imperante que es el desempleo.»
(Discurso de S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pondré en práctica la caridad con mis palabras, hablando bien de los demás.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SANTA MARGARITA DE HUNGRÍA, 18 DE ENERO


Hoy 18 de enero se celebra a Santa Margarita de Hungría, mediadora de la tranquilidad y la paz


 (ACI).- Hoy se celebra a Santa Margarita de Hungría, mediadora de la tranquilidad y la paz

Nació dentro de una familia de santos. Fue hija del rey Bela IV y de María Láscaris, hija del emperador de Constantinopla. En 1242, antes de nacer, fue ofrecida a Dios para la liberación de Hungría de las hordas de los tártaros.

Cuando solo tenía tres años fue confiada a las monjas dominicas de Veszprém, y a los doce se trasladó al nuevo monasterio edificado por su padre el rey en una isla del Denubio junto a la ciudad llamada Buda, y allí hizo la profesión en manos de fray Humberto de Romans.

Tomando conciencia de su extraordinaria misión la joven princesa se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. La ascesis conventual del silencio, soledad, oración y penitencia se armonizaron con un celo ardoroso por la paz, un gran valor para denunciar las injusticias y una gran cordialidad con sus compañeras, a las que servía con gozo en los más humildes servicios. Su vida de piedad se cualifica por la devoción al Espíritu Santo, a Jesús crucificado, a la Eucaristía y a María. 

Murió con solo 28 años, en este monasterio, el 18 de enero de 1270 y allí permaneció sepultado su cuerpo hasta 1526. Después de diversas vicisitudes sus reliquias fueron colocadas en la iglesia de las clarisas de Bratislava (1618), pero desaparecieron con la supresión del monasterio en 1782.

Pío XII la invocaba en su canonización el 19 de noviembre de 1943 como mediadora “de tranquilidad y de paz fundadas en la justicia y la caridad en Cristo, no solo para su patria, sino para todo el mundo”.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 18 DE ENERO DEL 2017

Beatriz de Este de Ferrara, BeataBeatriz de Este de Ferrara, Beata
Monja Benedictina, 18 de enero
Margarita de Hungría, SantaMargarita de Hungría, Santa
Virgen Dominica, 18 de enero
Facio de Cremona, BeatoFacio de Cremona, Beato
Laico, 18 de enero
Andrés Grego de Peschiera, BeatoAndrés Grego de Peschiera, Beato
Sacerdote Dominico, 18 de enero
Cristina Ciccarelli de L´Aquila, BeataCristina Ciccarelli de L´Aquila, Beata
Virgen Agustina, 18 de enero
Regina Protmann, BeataRegina Protmann, Beata
Fundadora, 18 de enero
María Teresa Fasce, BeataMaría Teresa Fasce, Beata
Abadesa, 18 de enero
Prisca de Roma, SantaPrisca de Roma, Santa
Mártir, 18 de enero

lunes, 16 de enero de 2017

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 16 DE ENERO DEL 2017


Un odre no es una pieza única.
Marcos 2,18-22. II Lunes de Tiempo Ordinario. Ciclo A.



Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, vengo ante Ti para pasar este momento de oración en tu presencia. Quiero estar contigo. Necesito de Ti. Dame la gracia de conocerte un poco más en esta oración. Permíteme entrar en la intimidad de tu Corazón y descubrir qué es lo que quieres de mí en este momento concreto de mi vida. Aumenta mi fe, mi confianza y mi caridad. Dame un celo apasionado por la salvación de las almas, y porque más y más personas te conozcan y te amen.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 2,18-22
En una ocasión en que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, y los tuyos no?”
Jesús les contestó: “¿Cómo van a ayunar los invitados a una boda, mientras el esposo está con ellos? Mientras está con ellos el esposo, no pueden ayunar. Pero llegará el día en que el esposo les será quitado y entonces sí ayunarán.
Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino rompe los odres, se perdería el vino y se echarían a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
En este Evangelio me hablas de odres nuevos, de telas nuevas. Efectivamente, es un año nuevo lo que me presentas por delante. Y entonces, es así como este pasaje toma sentido en mi vida.
A vino nuevo, odres nuevos. Este año es una nueva oportunidad que me das para rellenar el odre de mi vida del vino nuevo. Tu gracia es este vino nuevo y bueno que viene a dar sabor y sentido a mi existencia. Debo ser yo el que reciba ese vino y lo deposite en el mejor recipiente posible para que perdure y se disfrute al máximo. Dame la gracia, Señor, de que mi vida, en este nuevo año que me das, sea odre nuevo; sea una vida nueva en la que puedas depositar tu gracia y dejarla actuar en toda su plenitud.
Un odre no es una pieza de cuero única, sino que es la unión de varias piezas de cuero que pegadas o cosidas forman el contenedor. Así también mi vida está hecha de pequeñas piezas que unidas por el amor son la mejor disposición para que entre el vino de tu gracia, el vino de tu amor. Mi vida puede empezar a cambiar para transformarse en odre nuevo con mis actos de servicio, de benedicencia, de humildad, de amor, con mi oración y mi trabajo diario.
Dame la gracia, Jesús,  al inicio de este año, de dejar de ser odre viejo y cambie esos aspectos de mi vida que agujeran mi alma y no permiten que tu gracia se mantenga fresca, buena y en abundancia. A ti no te importa tanto el tamaño de mi odre, la calidad, la marca… no. A Ti te interesa que sea capaz de recibir, acoger tu gracia y saberla compartir con el que la necesita.
«El Señor no sólo no se cansa de perdonarnos sino que renueva también el odre en que recibimos su perdón. Utiliza un odre nuevo para el vino nuevo de su misericordia, para que no sea como un vestido con remiendos ni un odre viejo. Y ese odre es su misericordia misma: su misericordia en cuanto experimentada en nosotros mismos y en cuanto la ponemos en práctica ayudando a otros. El corazón misericordiado no es un corazón emparchado sino un corazón nuevo, re-creado. Ese del que dice David: “Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme”.»
(Meditación de S.S. Francisco, 2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré disculpar de corazón a alguien que me pueda ofender o esté haciendo algo de mi desagrado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SAN MARCELO, PAPA, 16 DE ENERO


Hoy 16 de enero celebramos a San Marcelo, Papa


(ACI).- En la serie de los Pontífices, el Papa Marcelo ocupa el puesto número 30. Fue el Vicario de Cristo en la tierra un año: del 308 al 309. Era uno de los más valientes sacerdotes de Roma en la terrible persecución de Diocleciano en los años 303 al 305.

Animaba a todos a permanecer fieles al cristianismo aunque los martirizaran. Elegido Sumo Pontífice se dedicó a reorganizar la Iglesia que estaba muy desorganizada porque ya hacía 4 años que había muerto el último Pontífice, San Marcelino.


Era un hombre de carácter enérgico, aunque moderado, y se dedicó a volver a edificar los templos destruidos en la anterior persecución. Dividió Roma en 25 sectores y al frente de cada uno nombró a un presbítero o párroco.


Muchos cristianos habían renegado de la fe, por miedo en la última persecución, pero deseaban volver otra vez a pertenecer a la Iglesia.

El Papa Marcelo, apoyado por los mejores sabios de la Iglesia, decretó que aquellos que deseaban volver a la Iglesia tenían que hacer algunas penitencias por haber renegado de la fe durante la persecución.

Muchos aceptaron la decisión del Pontífice, pero algunos promovieron tumultos contra él, e incluso lo acusaron ante el Emperador Majencio quien abusando de su poder, que no le permitía inmiscuirse en los asuntos internos de la religión, expulsó al Pontífice de Roma.


Según el "Libro Pontifical", el Papa Marcelo se hospedó en la casa de una laica muy piadosa de nombre Marcela, y desde ahí, siguió dirigiendo a los cristianos.

Al enterarse el Emperador, obligó al Pontífice a relalizar trabajos forzosos en las caballerías y pesebres imperiales que fueron trasladados a esa zona.

El Papa falleció en el año 309.

SANTORAL DE HOY LUNES 16 DE ENERO DEL 2017

Luis Antonio Ormières, Venerable
Sacerdote y Fundador, 16 de enero
Ticiano de Oderzo, SantoTiciano de Oderzo, Santo
Obispo, 16 de enero
Berardo y compañeros, SantosBerardo y compañeros, Santos
Mártires Franciscanos, 16 de enero
Juana María Condesa Lluch, BeataJuana María Condesa Lluch, Beata
Virgen y Fundadora, 16 de enero
José Antonio Tovini, BeatoJosé Antonio Tovini, Beato
Maestro Laico, Enero 16
José Vaz, SantoJosé Vaz, Santo
Presbítero, 16 de enero
Honorato de Arles, SantoHonorato de Arles, Santo
Obispo, Enero 16
Marcelo I, SantoMarcelo I, Santo
XXX Papa, 16 de enero

domingo, 15 de enero de 2017

SAN PABLO EL ERMITAÑO, 15 DE ENERO


Hoy 15 de enero se recuerda a San Pablo el ermitaño, quien se alejó del mundo por salvarlo


 (ACI).- Cada 15 de enero se recuerda a San Pablo, considerado “el ermitaño” porque entregó su vida a Dios por la salvación de las almas, viviendo y sacrificándose en una ermita, es decir en una habitación o lugar solitario y retirado del mundo.

San Jerónimo, en el siglo quinto (V), contó que San Pablo el ermitaño nació en el 228 en Egipto. Fue bien educado por sus padres pero a los 14 años quedó huérfano. En el año 250 estalló una gran persecución contra los cristianos que buscaba que los creyentes renegaran de su religión.

San Pablo entonces se escondió pero su cuñado, que quería quedarse con sus bienes, lo denunció ante las autoridades. Pablo huyó al desierto y en la soledad se dio cuenta que podía encontrarse tranquilamente con Dios. De esta manera se propuso ayudar al mundo con penitencias y oraciones por la conversión de los pecadores.


Cuenta San Jerónimo que Pablo se alimentaba de una palmera y cuando esta no tenía dátiles un cuervo le llevaba medio pan.

Por aquel entonces el gran San Antonio Abad, padre del monacato, oyó en sueños que había otro ermitaño más antiguo que él y emprendió un viaje para encontrarlo. Cuando llegó a la cueva donde estaba San Pablo, este tapó la entrada con una piedra pensando que era una fiera. San Antonio le suplicó por largo rato que liberara la puerta para poder saludarlo.

San Pablo finalmente salió y los dos santos, sin haberse visto antes, se saludaron llamándose por su nombre. Luego se arrodillaron y dieron gracias a Dios. Un cuervo les llevó un pan entero y ambos lo partieron tomando cada uno una mitad.

Al día siguiente San Pablo anunció que ya había llegado el momento de partir al cielo y le pidió a San Antonio que fuera a su monasterio para que le traiga el manto que el Obispo San Atanasio le regaló porque quería ser amortajado con aquella vestimenta.

San Atanasio, sorprendido por todo lo que sabía San Pablo, fue a traer el manto y cuando estaba de regreso contempló en una visión que el alma de Pablo subía al cielo rodeado de Apóstoles y ángeles.


Al llegar a la cueva del ermitaño, San Antonio encontró el cadáver de San Pablo arrodillado con los ojos mirando al cielo y los brazos en cruz. De esta manera, San Pablo murió en el silencioso y humilde servicio de la oración.  

La tradición afirma que luego llegaron dos leones que cavaron una sepultura y San Antonio pudo enterrar allí a su amigo Pablo. San Antonio, como respeto, siempre conservó la vestidura de San Pablo hecha de hojas de palmera y se revestía con ellas en grandes festividades.

San Jerónimo decía: "si el Señor me pusiera a escoger, yo preferiría la pobre túnica de hojas de palmera con la cual se cubría Pablo el ermitaño, porque él era un santo, y no el lujoso manto con el cual se visten los reyes tan llenos de orgullo".
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