Mostrando entradas con la etiqueta San Jerónimo Emiliani. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Jerónimo Emiliani. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de febrero de 2017

ORACIONES A SAN JERÓNIMO EMILIANI POR UN ENFERMO Y POR TRABAJO


Oración a San Jerónimo Emiliani por trabajo y dinero

Bendito san Jerónimo Emiliani
que pasaste por la tierra haciendo el bien;
caritativo padre de los más necesitados,
noble y entregado servidor de los pobres,
que con dedicación consagraste tu vida a los demás,
y pusiste todas tus fuerzas y energías
en consolar y ayudar a los que sufrían carencias;
que con amor socorriste a los humildes,
a los niños desamparados,
a las viudas y a los enfermos,
para tratar de conseguir tu propia santificación
y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos,
y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio,
tu compasión, tu desprendimiento y generosidad
permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.

¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
conociendo cuan agradable eres ante Dios,
y por los múltiples favores y milagros
que por medio tuyo
se ha dignado otorgar a tus devotos,
acudo a ti para solicitar tu ayuda,
no desprecies mis humildes súplicas
y llévalas ante el trono del Altísimo,
pues, aunque me encuentro triste y afligido
y las dificultades me agobian
confío plenamente en el Amor,
la Bondad y Misericordia de nuestro Padre celestial.

¡Oh santo de los pobres y afligidos!
glorioso san Jerónimo,
ahora que gozas de la dicha eterna
dame tu auxilio, amparo y protección,
alivia mis angustias y necesidades
sobre todo mis estrecheces económicas
que ahora tanto me preocupan y abaten:

(hacer la petición),

te pido que por tu santa y poderosa intercesión,
y con la gracia de Dios Misericordioso,
sea escuchada mi oración
y mi petición sea despachada favorablemente.

¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!,
alivia la congoja de mi corazón,
y haz que yo viva aquí
como verdadero amante de nuestro Señor,
para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo.

Amén.

************

Oración a San Jerónimo Emiliani por un enfermo

¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
que durante vuestra vida mortal
y mucho más después
de vuestra gloriosa muerte,
os mostrasteis lleno de ternura
para con los enfermos,
especialmente con los niños,
obrando en su alivio maravillosos milagros. 

Vos, que hicisteis brotar de seca peña
el agua prodigiosa y saludable
y abristeis para los que a Vos acuden
un manantial inagotable
de maravillas y gracias.

Os ruego me alcancéis la salud de:
(decir el nombre del enfermo)
por quien Os ruego,
para que experimente también él/ella
los beneficios de vuestra intercesión, 
en la que pone todas sus esperanzas. 

Amén.

SAN JERÓNIMO EMILIANI,8 DE FEBRERO


Hoy 8 de febrero es la fiesta de San Jerónimo Emiliani, patrono de los huérfanos y jóvenes abandonados



 (ACI).- San Jerónimo Emiliani fue un religioso italiano que se consagró al servicio de los pobres y fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de Somasca, con la que ayudó niños huérfanos de escasos recursos.

Jerónimo nació en Venecia (Italia) en 1486.


De joven fue militar y llegó a ser comandante de las fuerzas que defendían la fortaleza de Castelnouvo de Quero. Sin embargo, al ser apresado en su propio castillo, inicia su camino de conversión y le pide a la Virgen María por su liberación.

En el silencio de la cárcel Jerónimo encontró la amistad con Dios por medio de la oración y la meditación. Y un día, de forma inesperada, se liberó de los grilletes y logró salir sin oposición alguna.

Tras esta experiencia volvió a Venecia para dirigir la educación de sus sobrinos, y su tiempo libre lo consagró al estudio de la teología y a las obras de caridad.

Después de su ordenación como sacerdote en 1518, los hospitales y las casas de los pobres fueron sus destinos favoritos.

En 1531, tras la propagación de la peste del cólera, Jerónimo fue a Verona e indujo a los ciudadanos a construir un hospital; en Brescia erigió un orfanato; y en Bérgamo, uno para muchachos, y otro para muchachas. Allí también fundó la primera casa para mujeres de mala vida que deseaban hacer penitencia.

Con dos sacerdotes, Alejandro Besuzio y Agustín Bariso, ahora unidos a sus obras de caridad, fundó en 1532 una sociedad religiosa, colocando la casa matriz en Somasca (entre Milán y Bérgamo).

La Congregación, que en la actualidad cuenta con unas 75 casas en el mundo con unos 500 religiosos, se dedicó desde un inicio al cuidado de los huérfanos, pobres, enfermos, y ordenó que el hospedaje, la comida y la ropa, llevarán la marca de la pobreza religiosa.

Jerónimo falleció el 8 de febrero de 1537 a los 56 años. Después de muerto hizo numerosos milagros.

Fue beatificado por el Papa Benito XIV en 1747 y canonizado por el Papa Clemente XIII en 1767. Después el Pontífice Pío XI lo declaró Patrono de los niños huérfanos en 1928.

*************
Biografía de San Jeronimo Emiliani
8 de febrero

De joven fue militar y llegó a ser comandante de las fuerzas que defendía la ciudad de Castelnouvo de Quero.

Las fuerzas enemigas francesas, muy superiores en número, lograron tomar a Castelnouvo y Jerónimo cayó prisionero, y encarcelado en un calabozo con cadenas en manos y pies. Y éste fue el golpe de gracia para su conversión.

Hasta entonces había llevado una vida muy mundana, pero en la soledad de la cárcel se dedicó a meditar en aquellas palabras de Jesús: ¿De qué le sirve a un hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo? Y se propuso dedicar su vida entera y todas sus energías a tratar de conseguir su propia santificación y la salvación de muchos otros.

Estando en la tenebrosa prisión, y viendo que humanamente no tenía remedio para aquella aflicción, se dedicó a rezar con toda fe a la Santísima Virgen María para que le consiguiera de Dios su pronta liberación. Y he aquí que de la manera más inesperada son quitadas las cadenas de sus manos y de sus pies y logra salir sin que los guardianes se le opongan. En el silencio de la cárcel había encontrado la amistad con Dios por medio de la oración y la meditación.

Reconociendo que su liberación de la cárcel era un favor especialísimo de la Sma. Virgen, se dirigió ante la imagen de Nuestra Señora en Treviso y a sus pies dejó sus cadenas y sus armas de militar, como recuerdo y agradecimiento y se propuso propagar incansablemente la devoción a la Madre de Dios.

Por aquellos tiempos apareció en Italia una serie de apóstoles formidables que se propusieron, iluminados por el Espíritu Santo, enfervorizar al pueblo en la piedad, y dedicar el mayor número posible de personas a obras de caridad en favor de los necesitados. Algunos de estos santos fueron: Santa Catalina de Génova, San Cayetano, San Camilo de Lelis, San Bernardino de Feltre, San Felipe Neri, San José Calazans, y Santa Angela de Merici. Un verdadero "sindicato" de apóstoles de la caridad. A ellos se unió San Jerónimo.

En 1531 se propagó por Italia la terrible peste del cólera. Jerónimo vendió todo lo que tenía, incluso los muebles de su casa, y se dedicó a atender a los enfermos más abandonados. El mismo tenía que cavarles las sepulturas y llevarlos al cementerio, porque casi nadie se atrevía a acercárseles, por temor al contagio. También él se contagió de la terrible enfermedad, pero por favor de Dios logró curarse.

Miles y miles de niños pobres quedaron huérfanos y desamparados, por la muerte de sus padres en la epidemia de cólera. Entonces Jerónimo se dedica a recogerlos y a proporcionales alimento, vestido, hospedaje y educación, todo totalmente gratis. De casa en casa va pidiendo limosnas para poder ayudar a sus niños huérfanos. Muchos le colaboran. Levanta dos grandes edificios; en uno recibe a los niños y en el otro a las niñas. Y como muchas mujeres ante la absoluta miseria se han dedicado a la prostitución, entonces el santo funda una Casa para mujeres arrepentidas y allí aprenden costura, bordados y otras artes para ganarse la vida honestamente.

Varios de sus amigos y colaboradores deseaban dedicarse por completo a la obra de atender a los niños huérfanos y desamparados, y con ellos fundó el santo una nueva comunidad, en Somasca, cerca de Milán. El nombre de esta congregación religiosa fue de "Servidores de los pobres", pero en recuerdo al sitio donde se efectuó su fundación, ahora se llama la Comunidad de los Padres Somascos. En la actualidad tienen unas 75 casas en el mundo con unos 500 religiosos, y se dedican preferencialmente a educar niños desamparados.

Las gentes decían que la vida de Jerónimo Emiliani estaba toda hecha de caridad. Que de él se podía repetir (en sus debidas proporciones) el elogio que fue hecho de Jesús: "Pasó su vida haciendo el bien" (Hech. 10,38). Nadie que viniera a pedirle un favor quedaba sin ser atendido. Lo llamaban "el paño de lágrimas" de los que sufrían y lloraban. No reparaba en ningún sacrificio con tal de hacer el bien, especialmente a los niños más pobres, para los cuales se sacrificaba hasta el extremo con tal de conseguirles maestros, alimentos y toda clase de ayudas espirituales y materiales.

Y Dios premiaba su oración, su caridad y su sacrificio, permitiéndole obrar frecuentes milagros. A muchos enfermos los cuidaba como especializado y amable enfermero, y a varios otros les colocaba las manos sobre su cabeza y los curaba de sus enfermedades.

La fama de sus milagros se extendió por todos los alrededores de las ciudades donde trabajaba.

Viajaba por los campos predicando misiones, y en los ratos libres se iba a trabajar con los campesinos y aprovechaba la confianza y el cariño que éstos le tenían, para darles buenos consejos y ponerlos en amistad con Dios.

Volvió a propagarse la peste del cólera y San Jerónimo volvió a dedicarse a curar enfermos, a llevarles alimento y vestidos y a enterrar personalmente a los muertos llevándolos sobre sus hombros. Pero se contagió de la violenta enfermedad y en pocos días estuvo agonizante. Era el buen amigo que ofrecía su vida por sus amigos.

Cuando apenas tenía 56 años de edad, murió santamente el 8 de febrero de 1537. Después de muerto hizo numerosos milagros y el Papa Clemente XIII lo declaró santo en 1767. Después el Pontífice Pío XI lo declaró Patrono de los niños huérfanos en 1928.

Propósito: Recordaré una frase de Jesús que animaba mucho a San Jerónimo para dedicarse al apostolado: "Todo el que reciba a un niño en mi nombre, me recibe a Mí. Quien regale aunque sea un vaso de agua, en razón a que es discípulo mío, no quedará sin recompensa. Todo el bien que habéis hecho a los demás, aun a los más humildes, lo recibo como si me lo hubierais hecho a Mí personalmente" (Mt. 25,40).

Señor Jesús: haz que nuestro corazón sea tan generoso para ayudar a los niños pobres y necesitados como lo fue tu Corazón Santísimo y el corazón de los grandes santos que dedicaron su vida al bien de la juventud abandonada.

domingo, 8 de febrero de 2015

SAN JERÓNIMO EMILIANI, 8 DE FEBRERO

SAN JERÓNIMO EMILIANI 
8 de febrero de 2015
San Jerónimo Emiliani



San Jerónimo Emiliani (o Miani) nació en Venecia el 1486. Huérfano de padre en tierna edad, fue sabiamente educado en la fe cristiana por la madre, Dionora Morosini, mujer de sentimientos muy elevados. En 1506, entró en la vida pública, dedicándose sobre todo al ejercicio de las armas. Pasó a ser soldado de la Serenísima República, y en 1511 fue enviado a la fortaleza de Castelnuovo de Quero, situada a la orilla del Piave, con carácter de Gobernador regente.

En el Santuario de la 'Madonna Grande' en Treviso, Jerónimo promete solemnemente de entregarse totalmente al servicio de Dios y del prójimo. Al volver a Venecia, repartió su patrimonio a los pobres y se asoció a la Compañía del Divino Amor, que se dedicaba, en particular, a la asistencia de los enfermos 'incurables'. También él contrajo, en este servicio, una grave enfermedad, que superó gracias a su robusta fibra, y con nuevas energías volvió al servicio de la caridad.

Su corazón, muy sensible a todas las miserias humanas quedó profundamente impresionado viendo la deplorable condición de muchísimos niños, faltos de padres y abandonados al destino. Empezó a dar asilo a unos de estos huérfanos, en su propia casa; y en seguida, como el número iba aumentando, abrió para ellos una casa cerca de la Iglesia de San Basilio y otra cerca de la Iglesia de San Roque, en Venecia. A los huérfanos, el Santo enseñaba los primeros elementos del saber y al mismo tiempo las nociones fundamentales de la fe cristiana. Además procuraba que aprendieran un oficio, para que pudieran entrar a formar parte de la sociedad, como elementos vivos y activos, aptos para desenvolver con dignidad su personalidad humana y cristiana. Fundó y asistió muchos orfelinatos en todo Italia y también en algunas regiones fuera de ella.

Cuando el Santo se dio cuenta que se iba debilitando físicamente y que tenía que dejar ya sus andanzas apostólicas de caridad, escogió como morada predilecta el pequeño pueblo de Somasca, cerca de Lecco. En este lugar, su ardiente fervor espiritual, podía contar con soledad, oración y meditación. Murió santamente al amanecer del 8 de Febrero de 1537 a la edad de 51 años, víctima de su misma caridad. Beatificado en 1747, fue proclamado Santo en el año 1767. El Papa Pío XI lo proclamó "Patrono Universal de los huérfanos y de la Juventud abandonada". Su Fiesta se celebra cada año el 8 de Febrero, día de su tránsito al cielo.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...